jueves, 15 de noviembre de 2007

Transantiago: cosa de niños.

Javier Domínguez tiene ocho años y vive en La Reina, todos los días toma el Transantiago para llegar a su colegio (San Gabriel). El mayor problema de este niño era que antes no pasaban las micros cerca de su casa, entonces tenía que irse con su madre. Como es el más chico de cuatro hermanos siempre lo llevaban último y llegaba atrasado casi todos los días, lo que le causaba serios problemas académicos. Con la implementación del nuevo sistema de Transporte todos los problemas de Javier y sus padres se esfumaron, ya que un alimentador específicamente el D02 pasa al lado de su casa y lo deja en el metro Simón Bolívar, en esta estación se dirige hasta Francisco Bilbao donde se encuentra su Colegio. Todo este recorrido lo hace con su nana Rosy como él la llama cariñosamente, ella lo acompaña para que no le pase nada durante el trayecto.

Rosa Cornejo ( Rosy) ha cuidado a Javier desde que nació y estaba muy preocupada por la situación que vivía su “niño” como lo llama cariñosamente. Al preguntarle si le incomodaba acompañar a Javier todos los días a su colegio nos respondió lo siguiente: “ A javito lo quiero mucho y el año pasado llegaba siempre atrasado, entonces ahora no me molesta llevarlo, además el viaje no es tan largo en media hora ya estoy de vuelta, y en la tarde cambié las teleseries por ir a dejarlo comenta entre risas”. Rosy como la llaman en la casa lleva 15 años trabajando puertas adentro con los Domínguez es por esto que es considerada una más de la familia.

Por otro lado sus padres están muy contentos con esta solución, ya que no con 3 hijos en la universidad no es factible contratar un furgón escolar, la madre quien quiso reservar su identidad nos señaló: “Me sentía mal por la situación de Javier, pero ahora que la micro pasa por acá todo es más fácil, le pago el pasaje a la Rosy y ella lo lleva hasta el colegio, lo bueno de todo esto es que mi hijo esta contento y ya no tiene problemas en el colegio”.

Javier dice estar contento, ya que ahora no llega atrasado a su colegio, y encuentra fantástico el sistema de transporte, asegura que es rápido y que estando con la Rosy nada le va a pasar. Si bien en el auto iba más cómodo prefiere un poco de sacrificio para que no lo reten y aunque él es el único de sus compañeros que va en micro al colegio no se siente mal.

Video

Fotos

Javier Dominguez saliendo de su casa
Javier y Rosa ( Rosy) saliendo para ir a tomar la micro.


Rosy lo va a dejar y a buscar cuando sale del colegio.



Javier con su tarjeta Bip en el lugar donde espera la micro.


Para volver a su casa toma el alimentador D18 en Principe de Gales.



miércoles, 14 de noviembre de 2007

lunes, 5 de noviembre de 2007

Lo bueno del Transantiago

Hernán Parodi es un estudiante del colegio San Gabriel, actualmente cursa el tercer año medio y todos los días ocupa el metro para ir a su hogar. A diferencia de los otros usuarios él piensa que el Metro es una buena empresa y que se preocupa mucho por los usuarios.

Entre las medidas más importantes encontramos:

-Facilidades para la gente discapacitada ya sea en los caminos a seguir o con los ascensores.
-Aumento de guardias para mayor seguridad, también cada vagón indica con una luz roja que las puertas están próximas a cerrarse.
- Todas las estaciones cuentan con las señalizaciones correspondientes y la información necesaria para no perderse.


lunes, 8 de octubre de 2007

Transantiago a ciegas

Rosa Pinto tiene 37 años y es no vidente desde que nació, todos los días tiene que viajar desde Puente Alto hasta Simón Bolívar, ya que sus padres son separados y su madre no puede cuidarla debido a su trabajo, es por esto que va a la casa de su padre donde una nana la cuida. Desde siempre su discapacidad le ha traído muchos problemas para desplazarse, pero con el Transantiago esto ha empeorado, en la siguiente entrevista ella nos contará como le ha cambiado la vida con el nuevo sistema de transporte.


miércoles, 12 de septiembre de 2007

El alimentador D18 y su mala sincronización

Carolina Casanova va en tercer año de obstetricia en la Universidad Mayor, este año empezó con prácticas en el hospital y su horario de salida cambió. Debido a la mala sincronización de frecuencias existentes en el Transantiago muchas veces se ve obligada a irse caminando a su casa, en el año ya la han asaltado dos veces.
Una amiga la lleva desde el hospital hasta el cine Hoyts de La Reina donde tiene que esperar la D18 para dirigirse a su hogar.

La D18 es un aliemntador de tipo amarillo. El problema es que dicha micro se demora aproximadamente 30 minutos en pasar y cuando al fin llega vienen dos juntas.


Al consultarle a un chofer de la D18 quien no nos quiso decir su nombre nos dijo : “ nosotros no tenemos nada que ver en esto, lo único que hacemos es seguir ordenes de la COF(Asistente Control de Flota) , ellos son los que no se sincronizan bien y por eso nos demoramos en pasar y no somos tontos cachamos que vamos pegados”.
Las micros cuando pasan tienen una distancia de tiempo de 5 minutos, para luego desaparecer aproximadamente de 30 a 40 minutos.





“Con las otras micros no tenia problemas porque el bus de la universidad me dejaba en Escuela Militar y ahí tomaba una micro que me dejaba al lado de mi casa, pero ahora mi horario cambió y salgo más tarde. El problema es que las micros se demoran mucho en pasar, especialmente en la noche la otra vez estuve esperándola como una hora y cuando se digna a pasar viene otra atrás, eso es lo que más me da rabia porque me tienen esperando mucho rato y ver que pasan dos juntas es frustrante, siento como si el gobierno me estuviera tomando el pelo” , nos dice Carolina por mientras que esperamos la micro.



Sigue nuestra espera y la micro no pasa en tanto Carolina nos comenta :“Mira a mi casa me demoro 30 minutos caminando lo mismo que se demora en pasar la micro, algunas veces me iba caminando pero ya me han asaltado dos veces, entonces ahora cuando salgo más tarde tengo que tomar taxi, pero no puedo hacerlo todos los días por que no hay bolsillo que resista.”





Ya es tarde y Carolina esta cansada, la noche se avecina y Carolina recuerda uno de sus asaltos “ Cuando caminaba para mi casa se me hizo de noche y dos tipos se me acercaron y me pusieron una pistola en la cintura y me dijeron que pasara todo, menos mal que tenía algo para darles, sino quizás que hubiera pasado. Me puse a llorar y una señora me prestó su celular para que me vinieran a buscar, desde ahí que no me voy caminando porque imagínate me puede pasar otra cosa peor”






Cuando al fin ve la micro nos dice “Ojalá que se pongan las pilas los del gobierno para que la micro no se demore tanto en pasar”, acto seguido una señora que estaba esperando la micro con nosotros nos dice “ Ahí vienen las siamesas”.